Hablemos sobre mataderos, sus trabajadores y los animales que se sacrifican

Hablar de mataderos o como dirían algunos de forma mucho más sofisticada y técnica “plantas de beneficio” no es el tema más común en la mayoría de conversaciones, o por lo menos no lo es en mi casa, en donde ese tópico es susceptible de generar todo tipo de reacciones; pero ¿cómo no? llegar a hablar sobre el animal que murió para preparar la carne del asado del fin de semana o de los trabajadores que intervinieron en el proceso no es muy bien visto, cualquiera se podría indigestar.
Sin embargo, si en un solo año, a nivel mundial y según la FAO, las cifras de animales sacrificados para consumo humano rondan los 970 a 2.700 billones en el caso de los peces, 66 billones en el de las aves (gallinas, patos y pavos), 1.6 billones hablando de los conejos, 1.5 billones para el de los cerdos, 1 billón en las cabras y corderos y 0.3 billones para el de las vacas y búfalos (Eurogroup for animals, sin fecha), valdría la pena pensar ¿cuáles son las condiciones sanitarias y de bienestar animal de la mayoría de animales que nos comemos? o ¿cuáles son las condiciones laborales de los empleados de los “mataderos”?

Animales de abasto. Ilustración realizada por: Elsa Ramírez
Recuerdos para olvidar...
Para empezar, debo aceptar que este tema me remonta a dos recuerdos no muy gratos; el primero, en mi época de estudiante de veterinaria, visité un matadero de equinos y debo confesar que fue una de las peores vivencias de toda mi formación. Eso de ver caballos con fracturas abiertas, exposición de huesos, tirados en el suelo y tratados con la más absoluta indiferencia me dejó sin saber qué esperar de la humanidad; y el segundo, ya graduada, en el que tuve que visitar un matadero de aves donde aspectos como inocuidad y bienestar animal no existían, así que muchos meses pasaron antes de que pudiera volver a comer pollo o huevo pues el asco era inevitable.
Recuerdos para olvidar...
Bueno, pero dejando a un lado las experiencias personales, hay un hecho claro: la industria cárnica está enfocada en aumentar la eficiencia de sus procesos; es por esto que se ha vuelto tan problemática. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, se calcula que entre mataderos y plantas procesadoras se emplean a 500.000 trabajadores, la mayoría de ellos afroamericanos o latinos del cual un gran porcentaje está indocumentado, situación que es aprovechada negativamente por los empleadores (Food Empowerement Project, 2020). Dentro de las tareas asignadas, éstas son tan variadas e interesantes como matar, desangrar al animal, realizar cortes en la carne, separar músculos, afilar cuchillos y sobretodo hacer esto rápido, muy rápido, pues todo tiene unos tiempos que cumplir (Food Empowerement Project, 2020). En este contexto, el ambiente laboral no es muy relajante y, fuera de las lesiones adquiridas en el trabajo como cortes, golpes o heridas generadas tras la manipulación de las máquinas, también está el agotamiento emocional que, en muchos casos, se ha denominado “estrés post traumático” e incluso se ha llegado a relacionar con conductas de violencia doméstica, ansiedad y abuso de drogas y alcohol (Von Alt, 2017).
¿Y en Europa?
En los mataderos europeos las condiciones laborales no son distintas; de hecho, hay quien afirma que en alguno de estos lugares el promedio de sacrificio es de 35 vacas/hora, lo cual obliga a sus trabajadores a no perder tiempo y, en más casos de los que se quisiera, a matar al animal de cualquier forma. Otro punto importante que vale la pena añadir es que las instalaciones en las que estas personas están obligadas a trabajar deben tener temperaturas bajas para conservar la calidad de la carne; por tanto la predisposición a desarrollar enfermedades respiratorias es elevada (Tena, 2020).

Mataderos. Ilustración realizada por: Elsa Ramírez
Fiebre de embarque
En cuanto a los animales, el resumen es sencillo: aunque se hable mucho de bienestar animal, hay infinidad de ejemplos que prueban que se dista mucho de cumplir con los estándares mínimos para evitar sufrimientos innecesarios a los animales. En ganadería, por ejemplo, hay prácticas como embarcar numerosas reses en un mismo camión para llevarlas a la subasta o al matadero y, con frecuencia sucede que, el conductor olvida que lo que está transportando son seres vivos y maneja haciendo que los animales se golpeen unos contra otros, ocasionándose todo tipo de lesiones, desde simples hematomas y laceraciones hasta fracturas o lo que se conoce como pasteurelosis neumónica, también llamada “fiebre de embarque”, caracterizada por ocasionar la muerte fulminante en animales que han sido transportados de un clima a otro sin adaptación previa y en condiciones altas de estrés (Contexto ganadero, 2014). No obstante, lo anterior no ocurre solo en ganadería, ejemplos para demostrar que aún falta mucho trabajo para mejorar las condiciones de bienestar animal en las diferentes especies que consumimos, ¡hay de sobra!
¿Hacia dónde vamos?
En síntesis, el sacrificio de animales es una práctica a la que le falta regulación y, si bien es cierto que hay quienes no cumplen con ningún estándar de sanidad, bienestar animal y protección a sus empleados, también hay empresas que han venido replanteando los esquemas tradicionales de producir alimentos, porque así como nosotros necesitamos comer, ellos necesitan vender sus productos, los trabajadores merecen unas mejores condiciones laborales y los animales llegar al final de sus ciclos de producción sin tener que sufrir. Además, desde el punto de vista de la rentabilidad, nosotros como consumidores le damos mucho valor a los productos con buen sabor, frescos y de “buen aspecto”, entonces ¿para qué someter a condiciones de estrés innecesarios a los animales durante el sacrificio si hay suficientes estudios que prueban que esto afecta la calidad de la carne? es decir, maltratar ni siquiera tiene buen sabor…
Referencias
- Eurogroup for animals. (s.f). Fish Welfare. The forgotten farm animals. 16 de septiembre de 2020, de Eurogroup for animals
- Food Empowerement Project. (2020). Los trabajadores de mataderos. 16 de septiembre de 2020, de Food Empowerement Project
- Von Alt, S. (2017). Los trabajadores de los mataderos sufren de estrés post traumático. 16 de septiembre de 2020 , de Mercy for animals
- Tena, A. (2020). Industria cárnica: La precariedad laboral, factor clave para entender los rebrotes en los mataderos. 16 de septiembre de 2020, de Publico
- Contexto ganadero. (2014). La fiebre de embarque, un mal que puede ocasionar muerte fulminante a las reses. 16 de septiembre de 2020, de Contexto ganadero
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